En el ámbito de la estética dental, existen diversas opciones para mejorar el aspecto de la sonrisa. Uno de los tratamientos más populares y efectivos son las carillas dentales. Estas láminas delgadas de material resistente se colocan sobre los dientes para corregir imperfecciones estéticas relacionadas con la forma y el color dental. Sin embargo, a pesar de su popularidad, existe la creencia de que las carillas pueden dañar los dientes. En este artículo, desmontaremos este mito y explicaremos cómo se colocan las carillas dentales de forma segura y minimizando el desgaste dental.
¿Quién puede usar carillas dentales?
En principio, cualquier persona con una boca sana puede ser candidata para el tratamiento de carillas dentales. Sin embargo, es importante que un profesional realice un análisis detallado de la boca del paciente antes de proceder con este tipo de tratamiento estético. Se deben tener en cuenta diversos factores, como la anatomía de la boca, la pronunciación de ciertos sonidos y la funcionalidad de la mordida.
Las bocas que suelen ser candidatas perfectas para las carillas dentales son aquellas que presentan dientes pigmentados, fracturas o espacios interdentales, ligeras maloclusiones o un leve desgaste. Por otro lado, las bocas que no son aptas para este tratamiento son aquellas con dientes muy desalineados, debilitados y con mucho desgaste, problemas de bruxismo o hipersensibilidad dental.
Carillas de composite vs. Carillas de cerámica
Al momento de elegir el material para las carillas dentales, existen dos opciones principales: las carillas de composite y las carillas de cerámica. Las carillas de composite están compuestas por una resina resistente que se utiliza principalmente en carillas para personas jóvenes o para hacer pequeñas reparaciones. Son más económicas que las carillas de cerámica, pero también son menos duraderas y pueden sufrir más desgaste y manchas.
Por otro lado, las carillas de cerámica son las más recomendadas para bocas que ya han completado su crecimiento y buscan una solución estética a largo plazo. Existen tres tipos de carillas de cerámica: las de porcelana inyectada, las de circonio y las de disilicato de litio. Estas carillas son más duraderas, no se manchan y ofrecen resultados muy naturales, aunque su precio es más elevado.
Proceso de colocación de las carillas dentales
El proceso de colocación de las carillas dentales varía según el material escogido. En el caso de las carillas de composite, la resina se aplica directamente sobre el diente y se le da forma adecuada. Este proceso se realiza en una sola sesión.
Biodescodificación dental: emociones y salud bucalPor otro lado, las carillas de cerámica requieren varias visitas al dentista. En primer lugar, se toman fotografías y medidas de los dientes para realizar el molde y solicitar la preparación de las carillas en un laboratorio. En una última visita, las carillas se adhieren a los dientes después de un raspado superficial.
Es importante destacar que, en el caso de las carillas de cerámica, es necesario realizar un raspado superficial del esmalte dental para lograr una correcta cementación de las carillas y obtener resultados naturales. Este tallado previo suele tener una profundidad de entre 0,3 y 1 mm.
Las carillas dentales y su reversibilidad
Es posible que, a largo plazo, el paciente decida retirar las carillas dentales por distintas razones. Algunos motivos comunes incluyen un cambio de opinión estético, la necesidad de someterse a un tratamiento de ortodoncia, una infección debajo de la carilla o la fractura o deterioro de la carilla.
Tener en cuenta que la reversibilidad de las carillas dentales es relativa. Si se ha realizado un tallado excesivo del esmalte dental o se ha dañado el diente durante la colocación de las carillas, es posible que el aspecto de la boca no sea el mismo tras su retirada. Por lo tanto, es fundamental considerar este factor antes de decidir someterse a un tratamiento con carillas dentales.
Duración y cuidado de las carillas dentales
Las carillas dentales son tratamientos estéticos duraderos, pero no son permanentes. La duración de las carillas depende del material utilizado, los hábitos de alimentación, la higiene bucal y las revisiones periódicas con el dentista.
Las carillas de composite suelen durar entre 5 y 7 años, mientras que las carillas de cerámica pueden durar hasta 15 años. Sin embargo, es posible que en algún momento sea necesaria una reparación o reemplazo de las carillas.
Para mantener las carillas en buen estado, tener una buena higiene bucal y evitar morder objetos duros que puedan dañarlas. Además, es fundamental acudir a revisiones periódicas con el dentista para evaluar el estado de las carillas y realizar limpiezas en profundidad.
Elmex pasta de dientes: protección completa para dientes y encíasLas carillas dentales son una solución estética rápida y segura para mejorar el aspecto de la sonrisa. Aunque existen algunas consideraciones y precauciones a tener en cuenta, como el análisis previo de la boca y la elección del material adecuado, las carillas dentales no dañan los dientes cuando se colocan de forma correcta y se siguen los cuidados recomendados. Si estás interesado en mejorar la estética de tu boca, consulta a tu dentista para evaluar si las carillas dentales son la opción adecuada para ti.
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