La salida de los dientes en los bebés es una etapa normal de su desarrollo, pero puede venir acompañada de molestias y síntomas que preocupan a los padres. Uno de los mitos más comunes es que la dentición causa fiebre en los bebés. Sin embargo, según la Academia Americana de Pediatría, la fiebre no es un síntoma directo de la dentición y puede ser indicativo de una enfermedad que requiere tratamiento. En cambio, lo que puede ocurrir es un ligero aumento de la temperatura corporal, conocido como febrícula, que no debe superar los 38 grados. En este artículo, te explicaremos más sobre los síntomas de dientes en bebés y cómo distinguir entre fiebre y febrícula.
¿Qué es la febrícula y cómo se relaciona con la salida de los dientes?
La febrícula es un ligero aumento de la temperatura corporal que puede ocurrir cuando los dientes están saliendo en los bebés. Este aumento de temperatura se debe a la inflamación de las encías y al proceso inflamatorio que acompaña a la erupción dental. Tener en cuenta que la febrícula no es una fiebre propiamente dicha, ya que no está causada por una infección bacteriana. La febrícula se considera hasta los 38 grados y no suele durar más de un día.
Tener en cuenta que si la temperatura del bebé supera los 38 grados o si presenta otros síntomas como vómitos o diarrea, es necesario consultar con un pediatra, ya que estos síntomas no están relacionados con la dentición y pueden indicar una enfermedad que requiere tratamiento.
Síntomas comunes de la salida de los dientes en los bebés
La salida de los dientes puede variar de un bebé a otro, pero existen algunos síntomas comunes que pueden indicar que los dientes están saliendo. Estos síntomas incluyen:
- Inquietud y llanto más frecuentes.
- Aumento de la salivación y babeo.
- Mayor necesidad de morder objetos.
- Hinchazón y enrojecimiento de las encías.
Estos síntomas suelen ser más intensos cuando los dientes están a punto de salir y pueden causar molestias y malestar en el bebé. Para aliviar estas molestias, se pueden utilizar analgésicos o antiinflamatorios orales según las indicaciones del pediatra. También se puede utilizar el uso de mordedores fríos que han estado en el refrigerador, ya que el frío puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor en las encías.
Qué hacer para aliviar el dolor o las molestias
Además de los analgésicos y los mordedores fríos, existen otras medidas que se pueden tomar para aliviar el dolor y las molestias causadas por la salida de los dientes en los bebés. Algunas recomendaciones incluyen:
Tratamiento de conducto en diente: todo lo que debes saber- Bajar la temperatura de los alimentos: La comida caliente puede aumentar el dolor en las encías inflamadas, por lo que se recomienda enfriar los alimentos antes de dárselos al bebé. Por ejemplo, se puede refrigerar la fruta y ofrecerla al bebé utilizando redecillas.
- Masajear las encías: Masajear suavemente las encías del bebé con el dedo limpio puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
- Mantener al bebé hidratado: Es importante asegurarse de que el bebé esté bien hidratado durante la dentición. Se puede amamantar o darle fórmula para bebés para mantenerlo hidratado.
Es importante recordar que cada bebé es diferente y puede responder de manera diferente a la salida de los dientes. Algunos bebés pueden experimentar síntomas más intensos y requerir más alivio, mientras que otros pueden no presentar molestias significativas. Si tienes alguna preocupación sobre la salida de los dientes de tu bebé, es recomendable consultar con un dentista pediátrico u odontopediatra para obtener orientación y consejos personalizados.
La salida de los dientes en los bebés puede estar acompañada de síntomas como inquietud, babeo y necesidad de morder objetos. Aunque se ha creído que la dentición causa fiebre, en realidad lo que puede ocurrir es un ligero aumento de la temperatura corporal, conocido como febrícula. La fiebre propiamente dicha no está relacionada directamente con la dentición y puede indicar una enfermedad que requiere tratamiento. Es importante estar atento a los síntomas del bebé y consultar con un pediatra si la temperatura supera los 38 grados o si se presentan otros síntomas preocupantes. Con el cuidado adecuado y el alivio del dolor, la salida de los dientes puede ser una etapa más fácil de sobrellevar tanto para el bebé como para los padres.
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