Cual Es El Dolor Nociceptivo?
Maela Chamorro
- 0
- 52
El dolor nociceptivo es la respuesta normal del organismo a una injuria y tiene por objetivo prevenir mayor daño (ej. retirar la mano de un objeto caliente luego del primer contacto). Por otro lado, dolor neuropático es una respuesta anormal e implica cambios en la fisiología de la respuesta.
Ver respuesta completa
Contents
¿Cuando el dolor es nociceptivo?
Curso básico sobre dolor. Tema 1. Fisiopatología, clasificación y tratamiento farmacológico | Farmacia Profesional Dada la elevada prevalencia del dolor entre la población, es importante que el farmacéutico adquiera los conocimientos necesarios para saber atender a los pacientes que acuden a su establecimiento y proporcionarles asesoramiento que les ayude a aliviar su enfermedad en función de las características La International Association for the Study of Pain (IASP) define el dolor como “una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular real o potencial o descrita en términos de tal daño”.
- Tampoco se debe olvidar que tiene una parte de sensación, que se describe a menudo como un proceso que penetra o destruye los tejidos (lancinante, opresivo), y otra emocional (ansiedad, excitación, miedo) en la que influyen aspectos físicos, psicológicos y sociales, lo que con frecuencia complica su abordaje terapéutico.
- Sobre todo cuando es crónico, es habitual que se presenten trastornos concomitantes como depresión, alteraciones del sueño y disminución de las capacidades físicas.
- Epidemiología
El dolor es la causa más frecuente de consulta médica y el motivo más habitual de solicitud de medicamentos sin receta. Diversas encuestas realizadas en nuestro país muestran que alrededor del 30% de la población refiere haberlo padecido en las últimas 48 horas, más del 40% en la última semana y casi un 80% en los últimos seis meses.
Tanto su prevalencia como su intensidad son mayores en las mujeres y también aumentan con la edad. El más frecuente es el dolor osteoarticular (principalmente la lumbalgia), seguido de las cefaleas y, a mayor distancia, el dolor torácico y el abdominal. Con frecuencia es crónico y afecta en gran medida a la calidad de vida y a la capacidad para desarrollar las tareas diarias.
Además de los costes directos que implica su tratamiento, conlleva unos costes indirectos muy elevados en pérdidas de horas de trabajo y disminución del rendimiento.
- Tipos de dolor
- La clasificación del dolor puede hacerse en función de diversos criterios:
- Según su duración
• Dolor agudo. Es un fenómeno de corta duración que generalmente se asocia a un daño tisular y desaparece con la curación de este último. Suele estar claramente localizado y su intensidad se relaciona con el estímulo que lo produce. Se acompaña de reflejos protectores, como la retirada de la extremidad dañada o espasmos musculares y produce un estado de excitación y estrés que conlleva un incremento de la presión arterial.
• Dolor crónico. Tiene una duración de más de 3 o 6 meses, se prolonga más allá de la curación de la lesión que lo originó o se asocia a una afección crónica. Tanto la intensidad como la etiología y el patrón de evolución son muy variables. No tiene una acción protectora y está especialmente influenciado por los factores psicológicos, ambientales y afectivos.
Según su origen • El dolor nociceptivo es el causado por la activación de los receptores del dolor (nociceptores) en respuesta a un estímulo (lesión, inflamación, infección, enfermedad). Como ocurre con el dolor agudo, suele haber una relación directa entre su intensidad y la gravedad de la agresión.
• El dolor neuropático se origina por un estimulo directo del sistema nervioso central (SNC) o una lesión de los nervios periféricos. No se relaciona, por tanto, con la estimulación de las terminales sensitivas y suele acompañarse de disestesias y parestesias. Es habitual que sea desproporcionado para el estímulo que lo produce (hiperalgesia) y que aparezca sin que haya una causa identificable.
Se considera un dolor patológico, ya que no tiene ninguna utilidad como mecanismo de alerta o defensa. Aunque se debe a causas muy diferentes, presenta características comunes a la mayoría de los pacientes, como hormigueo, picazón, quemazón, opresión, punzadas o descargas eléctricas.
- • El dolor psicógeno no se debe a una estimulación nociceptiva ni a una alteración neuronal, sino que tiene una causa psíquica (depresión, hipocondría) o bien se trata de la intensificación desproporcionada de un dolor orgánico que se debe a factores psicológicos.
- Según su localización
- El dolor nociceptivo de divide en:
• Dolor somático, cuando se estimulan los receptores de la piel, el sistema musculoesquelético o vascular. Se caracteriza por estar bien localizado y aunque con frecuencia es punzante, su tipología varía de unos pacientes a otros. • Dolor visceral, que se debe a lesiones o disfunciones de los órganos internos, aunque hay vísceras que no duelen, como el hígado o el pulmón.
Es profundo, continuo y mal localizado e irradia incluso a zonas alejadas del punto de origen. Suele acompañarse de síntomas vegetativos (náuseas, vómitos, sudoración). Por su parte, el dolor neuropático se divide en central y periférico, según en que parte del sistema nervioso se localiza la lesión o enfermedad que lo causa.
Según su curso El dolor que persiste a lo largo del día sin aliviarse se denomina continuo y sus exacerbaciones repentinas y transitorias, dolor irruptivo. Este último se puede clasificar a su vez en incidental (cuando existe un factor desencadenante como el movimiento, la ingesta o la defecación) e idiopático o espontáneo.
- Según su intensidad
- Se considera leve si no interfiere en la capacidad para realizar las actividades diarias, moderado cuando dificulta estas actividades, e intenso cuando interfiere incluso en el descanso.
- Según su sensibilidad al tratamiento
- Se emplean clasificaciones como la que se basa en su respuesta a los opioides (buena, parcial o escasa) y términos como dolor difícil (cuando no responde a la terapia analgésica).
- Fisiología del dolor
- Existen dos tipos de receptores del dolor o nociceptores: los que responden a estímulos térmicos y mecánicos y transmiten con rapidez la señal a través de fibras mielinizadas (Aδ) y los que están conectados a las fibras amielínicas (C), de conducción más lenta, que responden a la presión, temperatura y otro tipo de estímulos.
En los tejidos lesionados o inflamados, la presencia de sustancias como la bradicinina, histamina, prostaglandinas, leucotrienos o la serotonina provocan que los nociceptores aumenten su sensibilidad, de manera que estímulos de muy poca intensidad (por ejemplo un leve roce) son suficientes para generar una señal dolorosa.
A este fenómeno se le conoce como sensibilización y se produce tanto a nivel somático como visceral. De hecho, en las vísceras existe un gran número de neuronas aferentes, que en ausencia de lesión o inflamación no responden a estímulos mecánicos o térmicos (por lo que se denominan nociceptores silenciosos) y se vuelven sensibles a estos estímulos en presencia de los mediadores químicos antes citados.
Esto explica el fenómeno de que las estructuras profundas sean relativamente insensibles en condiciones normales y se conviertan en una fuente de intenso dolor cuando se encuentran inflamadas. Los nociceptores, además de desencadenar la señal, liberan mediadores, como la sustancia P, que produce vasodilatación, desgranulación de mastocitos e induce la producción y liberación de mediadores inflamatorios.
Las fibras aferentes penetran en la médula espinal a través de las raíces dorsales y terminan en las astas posteriores de la sustancia gris. Ahí contactan con neuronas medulares que llevan la señal a las regiones cerebrales encargadas de la percepción del dolor. El hecho de que con una neurona medular contacten numerosas aferentes, provoca que el cerebro pueda localizar erróneamente la fuente del dolor, dando lugar así al fenómeno del dolor referido.
Las neuronas medulares transportan la señal al tálamo contralateral, desde donde es conducida a la corteza frontal y a la somatosensitiva. Además de estos, existen otros circuitos neuronales que intervienen en la modulación del dolor y que están implicados en sus factores afectivos y emocionales.
Las estructuras de estos circuitos moduladores poseen receptores sensibles a los opioides endógenos (encefalinas, endorfinas) y exógenos. Las lesiones y los trastornos funcionales de los nervios periféricos producen dolores intensos (como la neuropatía diabética o el dolor postherpético). Ese tipo de dolores aparecen también cuando se afectan el tálamo y el haz espinotalámico y son bastante difíciles de tratar.
Estos fenómenos se deben a que las neuronas lesionadas se vuelven muy sensibles a los estímulos e incluso se activan espontáneamente, generando impulsos dolorosos. Tratamiento no farmacológico Muchos dolores pueden aliviarse, al menos en parte, mediante medidas como reposo, aplicación de frío o calor, masajes y/o técnicas como la electroestimulación o la acupuntura.
- Reposo. Resulta evidente que el movimiento de una extremidad lesionada incrementa el dolor.
- Sin embargo, no puede aplicarse de forma universal la máxima de que el reposo es un buen remedio para el dolor.
- De hecho, en algunos dolores crónicos, si la ausencia de movimiento es prolongada puede ocasionar atrofias musculares que perpetúan la sensación dolorosa, tal como ocurre por ejemplo en la lumbalgia.
• Termoterapia. Tanto la aplicación de calor como la de frío pueden ayudar a aliviar el dolor. En general se recomienda la aplicación de frío en los dolores agudos y con componente inflamatorio (traumatismos, esguinces, picaduras, edemas) y el empleo de calor en los dolores subagudos y crónicos (artropatías, contracturas).
- Masajes.
- Los masajes aplicados por fisioterapeutas pueden ayudar a disminuir la sensación dolorosa porque favorecen tanto el drenaje como la relajación muscular y mejoran la flexibilidad, aportando beneficios psicológicos.
- Otros tipos de masaje pueden incluso resultar perjudiciales, ya que la falta de formación de quien los aplica puede provocar que empeoren las lesiones que ocasionan el dolor.
• Electroestimulación. La técnica más utilizada es el TENS, que ha mostrado ser eficaz en diferentes tipos de dolores al inhibir la actividad de las fibras nociceptivas. No suele conseguir una analgesia completa, pero puede resultar útil como método complementario, aunque su eficacia parece disminuir a lo largo del tiempo.
- Los dolores en los que resulta más eficaz son los musculoesqueléticos, la neuralgia postherpética y los que se producen tras una amputación.
- Ultrasonidos.
- La aplicación de ultrasonidos puede ralentizar la trasmisión del impulso nervioso, disminuir la inflamación y facilitar la regeneración tisular, además aumenta la temperatura a nivel local y con todo ello puede contribuir a elevar el umbral del dolor.
• Acupuntura. Si bien la acupuntura se mostrado eficaz para aliviar el dolor y disminuir el consumo de analgésicos, es necesario realizar más estudios que permitan determinar para que patologías puede estar indicada. Tratamiento farmacológico Aunque la solución ideal para el dolor sería eliminar la causa que lo produce, con frecuencia esto no es posible o no puede hacerse con la suficiente rapidez y se precisa un tratamiento sintomático.
Para ello se utilizan fundamentalmente los analgésicos, aunque también pueden emplearse coadyuvantes. En este artículo nos centraremos en los primeros, ya que los últimos son característicos de determinados dolores que se mencionarán en el resto de los artículos de esta serie. En algunos dolores en concreto se emplean también otros medicamentos específicos (como los triptanes en las migrañas) que se describirán, asimismo en los artículos que corresponda.
• Paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos. Constituyen la primera línea en el tratamiento farmacológico del dolor y son, por ello, el grupo de fármacos de mayor consumo. Se emplean tanto solos como combinados con otros analgésicos. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la ciclooxigenasa (COX), suelen ser eficaces para tratar los dolores más habituales y a las dosis recomendadas y en tratamientos cortos son bastante seguros.
Una norma básica es que estos medicamentos deben utilizarse a la menor dosis a la que sean suficientes para eliminar el dolor. Aumentar las dosis no implica necesariamente que se incremente la eficacia analgésica y en caso de que eso suceda, no hay una relación lineal dosisrespuesta, ya que estos fármacos presentan techo analgésico.
Por el contrario, si que aumenta el riesgo de padecer reacciones adversas que, especialmente a altas dosis y durante tiempos prolongados, pueden ser muy graves. De hecho, los AINE son la primera causa iatrogénica de ingreso hospitalario. Los AINE son de primera elección en el dolor nociceptivo, especialmente cuando existe un componente inflamatorio.
• Paracetamol. Al contrario que los AINE, no presenta acción antiinflamatoria ni antiagregante plaquetaria. La dosis habitual es de 650 mg cada 6 u 8 horas. Aunque puede administrarse también al cabo de 4 horas y actualmente se está promocionando el uso de medicamentos que contienen 1g (que pueden ser necesarios en algunos tipos de dolor), debe tenerse en cuenta que siempre es preferible usar la menor dosis que resulte efectiva.
En niños se recomienda administrar 60 mg/kg/día repartidos en 4 o 6 tomas. Únicamente está contraindicado en casos de intolerancia, pero debe emplearse con especial precaución en pacientes con hepatopatías, nefropatías y afecciones cardiacas y pulmonares.
- El consumo de alcohol incrementa el riesgo de hepatotoxicidad.
- Las hidantoinas y la sulfinpirazona también aumentan ese riesgo y pueden además disminuir la eficacia analgésica.
- Por su parte paracetamol puede incrementar los efectos de los anticoagulantes.
- Puede utilizarse durante el embarazo (categoría B de la FDA) y la lactancia a las mismas dosis que se recomiendan en adultos.
No influye significativamente en la capacidad de conducción y a las dosis recomendadas los reacciones adversas son raras (hipotensión, aumento de transaminasas) o muy raras (hepatotoxicidad, nefropatías, hipoglucemia, alteraciones de la fórmula sanguínea).
- La dosis tóxica es de 6 g y la ingestión de sólo 20 g (es el contenido de un envase pequeño de algunos de los medicamentos que no precisan receta) puede ser mortal.
- Además, el uso prolongado incrementa el riesgo de toxicidad.
- Por estos motivos, es importante advertir a los pacientes que no tomen más de 4 1 g de paracetamol al día y que consulten a su médico si precisan emplearlo durante más de 5 días.
Esta advertencia es especialmente relevante en el caso de los niños, ya que las formas líquidas pueden conducir más fácilmente a una sobredosificación (la dosis tóxica en niños es de 100 mg/kg de peso). También en los ancianos deben reducirse las dosis en al menos un 25% ya que es mayor el riesgo de toxicidad.
- AINE. Los AINE son de primera elección en el dolor nociceptivo, especialmente cuando existe un componente inflamatorio.
- La mayoría de ellos son inhibidores no selectivos de la ciclooxigenasa COX, por lo que sus principales reacciones adversas se presentan a nivel de la mucosa gástrica (por inhibición de la COX-1 que está relacionada con la síntesis de prostanoides que protegen la mucosa), pero los denominados “coxibs” son selectivos para la COX2 (de distribución muy generalizada en el organismo y relacionada con la síntesis de los mediadores del dolor).
Además de los efectos gastroduodenales, debe tenerse en cuenta su toxicidad renal y hepática. Por otra parte, los salicilatos son una causa importante de asma alérgico (también otros AINE pueden dar reacción cruzada, aunque es menos frecuente). En los últimos años se ha incrementado la preocupación por su toxicidad cardiovascular, que ha llevado a la retirada de algunos coxibs (rofecoxib,valdecoxib) y a establecer restricciones de uso del resto de los coxibs y de aceclofenaco y diclofenaco, que parecen ser los que dan lugar a un incremento de riesgo más acusado.
No deben asociarse a metotrexato y pueden aumentar también la toxicidad de las sales de litio y de los aminoglicósidos. El riesgo de hemorragia se eleva significativamente si se asocian a anticoagulantes, pero también es mayor al tomarlos junto a inhibidores de la recaptación de serotonina, además la incidencia de este y otros efectos adversos se incrementa al asociarlos a probenecid y antifúngicos azólicos, porque aumentan sus niveles plasmáticos.
También debe tenerse en cuenta que disminuyen la eficacia de betabloqueantes. Los principales criterios para la selección de uno u otro AINE son los relacionados con su seguridad, su farmacocinética y su pauta de administración. En general, los de acción más rápida son preferibles para los dolores musculoesqueléticos de tipo agudo y los de vida media larga para dolores crónicos.
- Por vía tópica diclofenaco, ibuprofeno, ketoprofeno y piroxicam son los más efectivos para el alivio de los dolores musculoesqueléticos y no parece haber diferencias significativas entre unos y otros (tabla 1).
- Opioides.
- Los receptores opioides están ampliamente distribuidos por el sistema nervioso y al interaccionar con ellos, los opioides producen analgesia, por lo que son los medicamentos más eficaces y de mayor tradición histórica en el tratamiento del dolor.
Se conocen tres tipos principales de receptores opioides: δ, κ y μ y los fármacos se clasifican en función de su capacidad para unirse a ellos en: – Agonistas puros: Son agonistas selectivos o al menos muy preferentes de los receptores μ. A este grupo pertenecen codeína, fentanilo, metadona, morfina, oxicodona, petidina o tramadol.
- Agonistas-antagonistas mixtos: Son agonistas de los κ y agonistas con poca actividad o incluso antagonistas de los μ, por lo que, si bien son analgésicos, en presencia de un agonista puro se comportan tanto más como antagonistas cuanto menor es su actividad sobre los μ.
- Los más conocidos son butorfanol, nalorfina y pentazocina.
– Agonistas parciales: Son agonistas de los μ, pero con menor actividad que los puros, por lo que en presencia de estos se comportan como antagonistas. El ejemplo típico es la buprenorfina. – Antagonistas puros: Son agonistas de los μ, pero carecen de actividad analgésica, por lo que su uso es como antídotos: naloxona, naltrexona.
Los opioides pueden ser muy eficaces en los dolores nociceptivos tanto agudos como en crónicos y también pueden resultar útiles en el tratamiento del dolor neuropático. Las principales reacciones adversas son: náuseas y vómitos (sobre todo tras la primera dosis), estreñimiento (es la RAM que más suele afectar a los pacientes que los utilizan de forma crónica, ya que a él no se desarrolla tolerancia) y la sedación y somnolencia.
La dependencia física y el riesgo de producir depresión respiratoria fueron, durante muchos años, el principal hándicap para la extensión del uso de estos fármacos, pero si su administración se realiza de forma bien pautada pueden controlarse adecuadamente.
- La tolerancia es una característica común a todos los opioides y es cruzada entre los que activan el mismo tipo de receptor.
- Obliga a ir incrementando paulatinamente las dosis y la velocidad a la que se desarrolla es diferente para cada paciente.
- Afortunadamente, debido a su mecanismo de acción y a diferencia de los AINE, los opioides no tienen techo analgésico, por lo que al incrementar las dosis puede seguir controlándose el dolor.
Los agonistas puros son altamente adictivos y los agonistas-antagonistas producen con más facilidad alucinaciones y efectos psicológicos. Por su parte, buprenorfina (agonista parcial) tiene menor capacidad adictiva y mantiene su poder analgésico sin llegar a producir euforia y con muy bajo riesgo de depresión respiratoria, pero produce más vómitos y la intoxicación no puede tratarse con naloxona.
La administración conjunta con rifamicinas puede disminuir su eficacia analgésica. • Opioides menores. Son los que tienen menor capacidad analgésica, pero también los más seguros y se emplean solos o asociados a AINE o paracetamol en el tratamiento de dolores de intensidad moderada (tabla 2). • Opioides mayores.
Se utilizan en el tratamiento de dolores intensos como por ejemplo los oncológicos. El más conocido y utilizado como patrón es la morfina. La dosis inicial recomendada por vía oral es de 5 a 10 mg cada 4 horas. Si no resulta suficiente para controlar el dolor, se aumenta la dosis en un 50% cada día hasta conseguir la analgesia.
- Además de la vía oral, existen en la actualidad otras alternativas que facilitan la adherencia a los tratamientos, como los parches transdérmicos o que resultan de especial utilidad en el dolor irruptivo (nebulizadores nasales o comprimidos sublinguales).
- Los opioides pueden ser muy eficaces en los dolores nociceptivos tanto agudos como en crónicos y también pueden resultar útiles en el tratamiento del dolor neuropático.
- Las lesiones y los trastornos funcionales de los nervios periféricos producen dolores intensos. Ese tipo de dolores aparecen también cuando se afectan el tálamo y el haz espinotalámico y son bastante difíciles de tratar
- Diez ideas prácticas sobre el manejo del dolor desde la farmacia
1. Utilizar siempre la menor dosis que consiga aliviar el dolor.2. Recomendar el uso de frío para aliviar dolores asociados a inflamación y en las primeras horas de los ocasionados por una lesión muscular.3. Recomendar el uso de calor en dolores articulares y en general en dolores crónicos.4.
Remitir al médico a los pacientes que precisen utilizar analgésicos sin receta durante más de 5 días seguidos.5. No dispensar nunca sin receta medicamentos que contengan codeína.6. Para disminuir el riesgo de toxicidad puede alternarse la administración un AINE con paracetamol.7. En personas mayores reducir en un 25% o un 50% las dosis recomendadas para adultos.8.
Para dolores musculoesqueléticos puede recomendarse el uso de preparados tópicos de diclofenaco, ibuprofeno, ketoprofeno y piroxicam, ya que disminuye claramente el riesgo de reacciones adversas.9. Permanecer atentos a la posible aparición de reacciones adversas a los analgésicos, especialmente en los casos en que se utilicen a largo plazo.10.
Advertir a los pacientes que en ningún caso deben sobrepasar las dosis máximas recomendadas porque pueden producirse graves efectos adversos.1 Incluso dosis menores de 4g/día pueden resultar tóxicas en personas que consuman alcohol y concretamente en los alcohólicos se establece una dosis máxima de 2g/día.
: Curso básico sobre dolor. Tema 1. Fisiopatología, clasificación y tratamiento farmacológico | Farmacia Profesional
Ver respuesta completa
¿Qué quiere decir nociceptivo?
Nocicepción f. Término que hace referencia al mecanismo de transducción (activación del receptor) y conversión de una forma de energía (térmica, mecánica o química) en una forma accesible (impulso nervioso) a las regiones superiores del sistema nervioso central, implicadas en la percepción de la sensación dolorosa.
En la transducción y transmisión del impulso a la médula espinal están implicadas las fibras A-delta (mielínicas) y las fibras C (amielínicas) polimodales.La transmisión a los centros supraespinales se produce por los fascículos espinotalámico, espinorreticular, espinomesencefálico, espinosolitario, espinocervicotalámico y fibras postsinápticas de los cordones posteriores.En la modulación de la nocicepción están implicados más de 21 neurotransmisores (excitadores e inhibidores), que pueden actuar, tanto durante la ascensión del estímulo, como a nivel segmentario y descendente desde el córtex, el tálamo y el tronco cerebral.
: Nocicepción
Ver respuesta completa
¿Cuáles son los 3 tipos de dolor?
Los principales tipos de dolor son: dolor agudo. dolor crónico. dolor inflamatorio.
Ver respuesta completa
¿Cómo se clasifica el dolor nociceptivo?
Clasificación según su fisiopatología Según el tipo de neuronas activadas, el dolor nociceptivo puede ser: – Somático superficial si se activan receptores de la piel o mucosas y somático profundo si se activan los nociceptores óseos, articulares, musculares o del tejido conectivo.
Ver respuesta completa
¿Cuánto tiempo dura el dolor nociceptivo?
Dolor neuropático En esta información se explican las causas, los síntomas y el tratamiento del dolor neuropático. El dolor neuropático (dolor de los nervios) es consecuencia de una lesión en un nervio. Generalmente se siente en las manos y los pies, pero también puede sentirse en otras partes del cuerpo. El dolor neuropático puede durar meses o años.
Ver respuesta completa
¿Cuáles son las vías nociceptivas?
Dolor: Tipos y Vías | Concise Medical Knowledge
- Dolor:
- Según la International Association for the Study of Pain (IASP), el dolor es “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial o descrita en términos de dicho daño”.
- Sufrimiento mental o angustia
- Nocicepción:
- Estímulo nocivo (o tóxico) o estímulo que puede volverse nocivo con una exposición prolongada
- Proceso a través del cual los receptores periféricos del dolor transmiten información a nivel central sobre el daño tisular actual (o potencial) como dolor
- Nociceptor: receptor en el órgano final que detecta cambios bioquímicos asociados con daño tisular actual o potencial
- Hiperalgesia: respuesta exagerada a estímulos nocivos
- Alodinia: sensación de dolor en respuesta a un estímulo inocuo
- Dolor fisiológico (agudo)
- Dolor patológico (crónico)
- Nociceptivo:
- Dolor en respuesta a estímulos reales o potencialmente dañinos
- A menudo descrito como doloroso, localizado
- Agravado por el movimiento
- Neuropático:
- Lesión o deterioro nervioso asociado con alodinia
- A menudo descrito como irradiado, disperso
- Independiente del movimiento
Cambios fisiológicos | Dolor agudo | Dolor crónico |
---|---|---|
Signos vitales | Pueden variar consistentemente con el grado de severidad del dolor | Cambio nulo o mínimo |
Propósito del dolor | Útil | Inhibe la función y no es útil |
Sensibilización central | Corto plazo; mejora con la cicatrización de la herida | Permanece presente a pesar de la ausencia de una lesión en curso |
Dolor neuropático | Aumenta la probabilidad de dolor crónico cuando está presente en la fase aguda | Etiología común del dolor crónico |
Dolor nociceptivo | A menudo se encuentra durante el estado de dolor agudo | Comúnmente se presenta con algo de dolor neuropático |
Diferencias en los tipos de dolor y sus etiologías comunesCRPS: síndrome de dolor regional complejo Imagen por Lecturio.
- 7 semanas: desarrollo de terminaciones nerviosas libres
- 18 semanas: respuestas de estrés hormonal al dolor
- 23–30 semanas: proyecciones talámicas en la corteza somatosensorial
- 26 semanas: reacciones hemodinámicas y conductuales a estímulos dolorosos
- Medidas de adaptación para minimizar y evitar más daño tisular
- Respuestas evocadas:
- Retiro de estímulos nocivos (e.g., reflejos espinales)
- Movimientos anticipatorios (e.g., movimiento de los brazos para proteger los ojos y la cara, apoyo antes del impacto inminente)
- Transducción
- Transmisión
- Modulación
- Percepción central
- Los estímulos térmicos, mecánicos o químicos de intensidad nociva entran en contacto con un tejido.
- El tejido lesionado libera mediadores inflamatorios, que incluyen:
- Globulina
- Proteínas quinasas
- Ácido araquidónico
- Histamina
- Factor de crecimiento nervioso
- Sustancia P
- Péptido relacionado con el gen de la calcitonina
- Estos mediadores estimulan los canales transductores (similares a los canales activados por voltaje) → inicio de los potenciales en los receptores (transducción)
- Los potenciales del receptor evocan potenciales de acción en las fibras nerviosas sensoriales.
- Los potenciales de acción se transportan como señales aferentes a través de fibras nerviosas sensoriales a los ganglios de la raíz dorsal y al asta dorsal de la médula espinal (transmisión).
- Desde allí, la señal se transmite por la médula espinal hasta el tronco encefálico y el tálamo, donde puede ocurrir un procesamiento significativo (modulación).
- La señal llega finalmente a la corteza somatosensorial (percepción central). La interpretación biopsicosocial de la experiencia dolorosa implica también:
- Amígdala: involucrada en la respuesta emocional y afectiva al dolor y la modulación del dolor
- Hipotálamo: implicado en la respuesta de la corticotropina neuroendocrina al dolor
- Sustancia gris periacueductal: centro clave para la modulación del dolor, involucrada en los comportamientos de dolor aversivos y defensivos
- Ganglios basales: involucrados en los aspectos cognitivos, afectivos y discriminativos (capacidad para localizar información sensorial) de la percepción del dolor
- Corteza cerebral: sitio final de percepción del dolor, potencial para la activación consciente de vías descendentes para la modulación del dolor
- Las señales de dolor son moduladas (transmisión reducida de aferentes nociceptivos) por péptidos opioides endógenos (e.g., endorfinas, dinorfinas, encefalinas) en:
- Médula espinal
- Ganglios de la raíz dorsal
- Sustancia gris periacueductal del mesencéfalo
- Este mecanismo ocurre en las vías “descendentes” (“inhibitorias”).
- Mecanismos de acción de los péptidos opioides endógenos:
- Activación de los receptores opioides mu, kappa y delta → disminución del flujo de entrada de Ca 2+ presináptico → disminución de la liberación de glutamato y sustancia P
- Aumento de la conductancia de K + en las neuronas del asta dorsal
- Otros moduladores incluyen:
- Norepinefrina
- Glicina
- Ácido gamma aminobutirico
Diagrama que muestra la vía de transducción, transmisión, modulación y percepción central del dolor Imagen por Lecturio. Fibras tipo A:
- Grandes y mielinizadas → conducción rápida
- A-alfa: receptores primarios del huso muscular y del órgano tendinoso de Golgi
- A-beta:
- Axón aferente con un diámetro mayor
- Receptores secundarios del huso muscular que contribuyen a los mecanorreceptores cutáneos.
- Perciben el tacto fino y/o estímulos en movimiento
- A-delta:
- Terminaciones nerviosas libres que conducen estímulos relacionados con la presión y la temperatura.
- Velocidad de conducción aproximadamente 20 m/seg.
- A-gamma: motoneuronas que controlan la activación intrínseca del huso muscular.
Fibras tipo B:
- Fibras medianas, finamente mielinizadas
- Responsables de la información autonómica
Fibras tipo C:
- Fibras lentas nociceptoras amielínicas
- Velocidad de conducción aproximadamente 2 m/seg.
- Responden a las combinaciones de estímulos térmicos, mecánicos y químicos
- Mapa somatosensorial y motor, dispuesto en la médula espinal (principalmente el asta dorsal) de cada segmento espinal
- Los diferentes tipos de nervios sensitivos (y algunos motores, láminas VI–IX) y la información correspondiente que transportan se organizan para hacer sinapsis en territorios específicos del asta dorsal conocidos como láminas.
- Existen 10 láminas, designadas I–X:
- Lámina I: recibe y transmite estímulos nocivos y térmicos
- Lámina II: recibe y transmite estímulos físicos nocivos y no nocivos y participa en la modulación del dolor
- Lamina III: recibe y transmite estímulos físicos relacionados con el tacto fino y la propiocepción
- Lámina IV: recibe y transmite estímulos físicos no nocivos
- Lámina V: recibe y transmite estímulos nocivos y participa en la modulación del dolor
- Lámina VI: recibe y transmite información relacionada con los reflejos espinales y la propiocepción
- Lámina VII: recibe y transmite información relacionada con la función visceral y estímulos nocivos
- Lamina VIII: recibe y transmite información relacionada con la modulación del movimiento voluntario
- Lamina IX: recibe y transmite información relacionada con el control motor (contracción muscular gruesa)
- Lámina X: localizada centralmente (comisura gris central); donde las neuronas sensitivas y motoras se cruzan antes de ascender/descender y donde tiene lugar cierto grado de interconexión (modulación) interneuronal
- También existen núcleos asociados que están más allá del alcance de esta discusión.
- En condiciones fisiológicas, la información sensitiva y motora (y la modulación asociada) se transmite dentro y entre las láminas de una forma altamente organizada y predecible.
- En condiciones patológicas (e.g., aferencia nociceptiva persistente, daño neurológico), puede haber una reorganización anormal de las aferencias sensitivas que contribuyen al desarrollo de la sensibilización central y otras manifestaciones de dolor crónico:
- Las aferencias neurales nociceptivas aterrizan en láminas dedicadas a estímulos motores o no nocivos.
- Las aferencias no nocivas o motoras aterrizan en láminas dedicadas a los estímulos nociceptivos.
- Conducen a una percepción anormal del dolor a estímulos o movimientos normalmente no nocivos:
- Alodinia
- Hipersensibilidad
- Hiperalgesia
- Parestesia/disestesia
- Desarrollo de dolor neuropático en un área desprovista de daño nervioso
- Expansión del campo receptivo más allá del territorio normal de un nervio periférico
- Dolor espontáneo en ausencia de estímulos nocivos o daño tisular
- Se pueden desarrollar reflejos interneuronales anormales:
- La activación muscular o movimiento articular (estímulos motores, estímulos propioceptivos) desencadena estímulos dolorosos.
- Los estímulos dolorosos pueden desencadenar una actividad motora anormal (e.g., hipertonicidad, espasmo muscular)
- Los estímulos dolorosos pueden desencadenar fenómenos autonómicos o entéricos y viceversa. Por ejemplo:
- Náuseas en respuesta a un estímulo doloroso
- Sudoración y/o piloerección en respuesta a un estímulo doloroso
- Vasoconstricción en un área de estímulo doloroso (i.e., síndrome de dolor regional complejo)
Sección transversal de la médula espinal que muestra las láminas rexed (izquierda) y los núcleos asociados (derecha) Imagen por Lecturio. Vía ascendente del dolor:
- Nociceptores:
- Los receptores en la periferia responden al calor, frío intenso, distorsión mecánica, cambios en el pH y a los irritantes químicos (e.g., adenosin difosfato, bradicinina, serotonina, histamina)
- Conducción nerviosa aferente → neurona de 1er orden
- Cuerpos celulares de las neuronas:
- Los cuerpos celulares de las neuronas de 1er orden se encuentran en el asta dorsal y los ganglios de la raíz dorsal de la sustancia gris espinal (o ganglios del trigémino)
- Glutamato, sustancia P y péptido relacionado con el gen de la calcitonina son los principales neurotransmisores liberados por aferentes primarios
- Neuronas de 2do orden:
- Después de hacer sinapsis en la médula espinal, las neuronas de 1er orden se proyectan hacia las neuronas de 2do orden
- Las neuronas de 2do orden cruzan la línea media en la comisura blanca anterior
- Estas neuronas luego ascienden al tálamo a través del tracto espinotalámico contralateral, transportando sensaciones de dolor y temperatura.
- Tálamo:
- Desde el tálamo, el estímulo se envía a la corteza cerebral somatosensorial a través de fibras en el brazo posterior de la cápsula interna
- Otras neuronas talámicas se proyectan a áreas de la corteza asociadas con respuestas emocionales (e.g., giro cingulado, corteza insular)
Vía descendente del dolor: El hipotálamo y las regiones corticales procesan estímulos dolorosos y envían señales para la liberación de hormonas y mediadores inhibidores (e.g., péptidos opioides, norepinefrina, glicina y ácido gamma aminobutirico) que hacen que la supresión del dolor sea más eficaz → modulación del dolor
- Mal localizado
- Desagradable
- Asociado con náuseas y síntomas autonómicos
- Los nociceptores en las paredes viscerales son sensibles a la distensión e inflamación del órgano → se evocan receptores y potenciales de acción:
- El dolor cambia de intensidad cuando se produce en estructuras peristálticas (e.g., intestinos).
- El dolor puede ser agudo con la contracción y sordo con la relajación.
- Los potenciales de acción son transportados por fibras aferentes a través de nervios simpáticos y parasimpáticos del plexo mientérico.
- La señal se transmite a los cuerpos neurales en los ganglios nerviosos dorsales (y craneales) → la señal continúa hasta el asta dorsal de la médula espinal.
- Teoría de la proyección convergente: las fibras aferentes viscerales convergen con las fibras aferentes somáticas en los mismos cuerpos neurales en el asta dorsal → la señal se envía a través de la médula espinal hasta el tálamo y la corteza somatosensorial.
- El dolor se percibe como procedente de la estructura somática correspondiente a las fibras somáticas que convergen con las fibras viscerales (dolor referido).
- Por ejemplo:
- El dolor en el infarto de miocardio (IM) se refiere al miembro superior izquierdo.
- El dolor por distensión ureteral se refiere al testículo correspondiente en los hombres.
- También pueden existir manifestaciones motoras/sudomotoras en estructuras somáticas relacionadas con el segmento espinal correspondiente mediadas por interneuronas espinales.
- En la literatura osteopática, esta manifestación se denomina facilitación o reflejo viscerosomático.
- Ejemplo: espasmo muscular, restricción fascial en la musculatura paraespinal a nivel espinal correspondiente a disfunción visceral
- Por ejemplo:
Diagrama que ilustra la teoría de la proyección convergente del dolor visceral Imagen por Lecturio.
- Resulta de la nocicepción periférica persistente o repetitiva (inflamación tradicional) o lesión nerviosa
- La hiperestimulación o el daño a la neurona de 1er orden altera las características eléctricas y la elaboración de neurotransmisores (e.g., sustancia P, péptido relacionado con el gen de la calcitonina, factor de crecimiento nervioso).
- La inflamación y la lesión inicial se combinan para crear una mayor sensación de dolor y perpetúan la respuesta al dolor:
- El dolor neuropático puede desarrollarse en un área desprovista de lesión nerviosa.
- Puede manifestarse con hipersensibilidad, hiperalgesia, alodinia.
- Fenómeno que se cree que ocurre centralmente, quizás al nivel de las láminas rexed
- Generalmente una progresión de la sensibilización periférica, pero también puede producirse sin ningún estímulo periférico conocido o lesión del sistema nervioso central (SNC).
- Sensibilización central segmentaria: cambios neuroplásticos que ocurren en respuesta a una lesión física que provoca una activación constante de la vía del dolor (i.e., progresión desde la sensibilización central)
- Sensibilización central suprasegmentaria: cambios neuroplásticos en sitios cerebrales de la vía del dolor con o sin lesiones conocidas (por lesión del SNC).
- A menudo ocurre en el contexto de lesiones del SNC (e.g., accidente cerebrovascular, lesión de la médula espinal)
- A menudo asociado con afecciones psiquiátricas:
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos del estado de ánimo (e.g., depresión)
- Trastornos del sueño
- Trastorno de somatización
- Puede ocurrir como un trastorno primario (e.g., fibromialgia)
Mecanismos de sensibilización al dolor periférico y central Imagen por Lecturio.
- Existe una “compuerta” sensorial fisiológica a nivel del asta dorsal en cualquier segmento espinal dado (o núcleo del nervio craneal).
- Solo cierta información sensorial puede atravesar la compuerta en un momento dado.
- Se otorga un paso preferencial a través de la compuerta a las señales sensitivas aferentes conducidas por fibras nerviosas más grandes, más fuertemente mielinizadas y de conducción más rápida.
- Una compuerta abierta es un asta dorsal que recibe un estímulo nocivo (doloroso) aislado.
- Una compuerta cerrada es un asta dorsal que recibe estímulos físicos simultáneos (no nocivos).
- Las señales de dolor aferentes son conducidas en gran medida por fibras A-delta (conducción relativamente lenta) y tipo C (conducción lenta), mientras que las fibras A-alfa y A-beta (conducción rápida) transportan estímulos físicos no nocivos (e.g., movimiento, vibración, presión, temperatura, estimulación eléctrica).
- Esta distinción se vuelve muy importante cuando se aplican simultáneamente estímulos dolorosos (nocivos) y otros estímulos físicos (no nocivos) en el campo receptivo de un nervio periférico.
- Los estímulos físicos no nocivos (conducidos por fibras más rápidas, más grandes y más fuertemente mielinizadas) tienen un paso preferencial a través de la compuerta, disminuyendo o eliminando el estímulo de dolor aferente (nocivo)
- Los humanos, sin saberlo, aplican este concepto a diario para aliviar amenazas nocivas triviales. Por ejemplo:
- Rascarse (estímulo físico no nocivo) una picadura de mosquito (estímulo químico nocivo) para aliviar la picazón (dolor)
- Frotarse (estímulo físico no nocivo) el codo (“hueso de la risa”) después de golpearlo con el marco de una puerta (estímulo físico nocivo) para aliviar el dolor
- El “equipo del dolor” aplica deliberadamente este concepto para tratar el dolor de forma no farmacológica:
- Masaje
- Fisioterapia
- Estimulación de nervios periféricos
- Estimulación de la médula espinal
- Dolor crónico: dolor que se extiende más allá del período esperado de curación (> 3 meses), con una patología de base insuficiente para explicar la presencia o extensión del dolor. El dolor crónico puede alterar el sueño, las actividades diarias y la función psicosocial. El dolor crónico se observa comúnmente en pacientes con tumores malignos y requiere un enfoque de tratamiento muy personalizado.
- Tratamiento del dolor: hoy en día, los profesionales médicos tienen innumerables opciones—tanto farmacológicas como no farmacológicas—para aliviar el dolor. La estrategia del tratamiento específico a seguir depende del tipo de dolor y de las circunstancias, perspectiva y afección subyacente del paciente.
- Síndrome de dolor regional complejo: afección caracterizada por un dolor insoportable que está fuera de proporción con el evento desencadenante y se acompaña de alodinia, anomalías en la temperatura, decoloración de la piel y edema, entre otros hallazgos. Este síndrome afecta a las mujeres con mayor frecuencia que a los hombres y, a menudo, es incitado por un traumatismo. El diagnóstico es clínico, avalado por el Consenso de Budapest. El síndrome de dolor regional complejo está íntimamente relacionado con los litigios por cuestiones laborales, requiriendo atención especial por parte del médico.
- Yam, M.F., et al. (2018). General pathways of pain sensation and the major neurotransmitters involved in pain regulation. Int J Mol Sci 19:2164.
- Chen, J., et al. (2021). Physiology, pain. StatPearls. Retrieved October 11, 2021, from
- Barrett, K.E., Barman, S.M., Boitano, S., Reckelhoff, J.F. (2017). Somatosensory neurotransmission: touch, pain, & temperature. In: Ganong’s Medical Physiology Examination & Board Review. McGraw-Hill Education.
- House, S.A. (2021). Pain. In: Kellerman, R.D., Rakel, D.P. (Eds.), Conn’s Current Therapy. Elsevier, pp.32–39.
- Proch, R. (2019). Fibromyalgia as a biopsychosocial model for the intersections of physical and emotional pain. DeckerMed Medicine. Retrieved October 10, 2021, from
- Ross, E. (2018). Pain syndromes other than headache. DeckerMed Medicine. Retrieved October 11, 2021, from
- Mendell, L.M. (2014). Constructing and deconstructing the gate theory of pain. Pain 155:210–216.
: Dolor: Tipos y Vías | Concise Medical Knowledge
Ver respuesta completa
¿Cómo funciona el sistema nociceptivo?
Resumen – Introducción. El sistema trigeminal nociceptivo constituye un componente del sistema sensorial somestésico el cual tiene la capacidad de discriminar cuatro variables básicas de los estímulos que provocan daño tisular, es decir, su cualidad, curso temporal, localización e intensidad.
- Objetivo,
- Aportar información al estomatólogo de asistencia que mediante la descripción de las propiedades funcionales del sistema nociceptivo trigeminal se puede seguir el curso de las manifestaciones dolorosa por las que transita un proceso inflamatorio pulpar.
- Contenido.
- Las fibras vinculadas a la nocicepción son las A delta y C presentes en la pulpa dental.
Se utilizan varias clasificaciones del dolor, atendiendo a diversos criterios: calidad de la sensación, de acuerdo a la velocidad de transmisión por las fibras, en relación al lugar del cuerpo donde se exprese, y a la ubicación del nociceptor. La evolución de las condiciones pulpares se clasifican de la siguiente manera: pulpitis reversible, pulpitis transicional, pulpitis irreversible y pulpa necrótica.
- Por su cualidad el dolor pulpar puede ser punzante o continuo, por su aparición es provocado o espontáneo, su curso puede intermitente o continuo, por su localización puede ser limitado a una región, irradiado y referido, y en relación a su intensidad se considera como leve, moderado o severo.
- Consideraciones finales.
La capacidad del sistema sensorial nociceptivo en relación a discriminar en cuanto a modalidad, curso temporal, localización e intensidad del estímulo, permite conocer las diferentes etapas de un proceso inflamatorio pulpar.
Ver respuesta completa
¿Cómo se Clasificación del dolor?
Tipos de dolor atendiendo a la duración: Dolor agudo Se considera como dolor agudo una respuesta normal, fisiológica y predecible del organismo frente a una agresión química, física o traumática. Por tanto, dolor agudo es aquel que persiste mientras dura el proceso de curación o cicatrización de los tejidos.
- En este sentido, un dolor cuya duración excede de 3 ó 6 meses puede considerarse como crónico.
- Bonica propone hablar de dolor agudo y crónico en función de la duración y de la cantidad de patología subyacente, de manera que los procesos de corta duración con mucha patología subyacente coincidirían con dolor agudo y los procesos dolorosos de mayor duración y menor patología subyacente se enmarcarían como dolor crónico.1 El dolor agudo es un elemento fundamental para la supervivencia del organismo.
Constituye un sistema de alarma de primer orden y advierte o avisa de que existe algún peligro para la integridad del organismo que merece atención, permitiendo poner en marcha los mecanismos de evitación o protección.1 Entre las características del dolor agudo podemos mencionar las siguientes: 1
- Es secundario a una lesión tisular real o potencial.
- Constituye un sistema de alarma de primer orden.
- Su curso temporal discurre paralelo al proceso de reparación.
- Desaparece la cicatrizar los tejidos.
- Es un síntoma de enfermedad.
Figura 1: Dolor agudo Fuente: Banco de imágenes de Dolor.com Dolor crónico Es el que persiste más de 3 a 6 meses desde el momento de la agresión tisular. Entre las características del dolor crónico podemos destacar las siguientes: 1
- La persistencia temporal más allá de la reparación tisular.
- Ser secundario a cambios fisiopatológicos que se producen en el sistema nociceptivo.
- A diferencia del dolor agudo que constituye un síntoma de una enfermedad, el dolor crónico constituye una enfermedad en sí mismo.
Figura 2: Dolor crónico Fuente: Banco de imágenes de Dolor.com En un estudio transversal realizado por teléfono en una muestra de 1.957 sujetos realizado en población española, se objetivó que la prevalencia de dolor en el último mes fue de un 19,9% y la de dolor crónico de un 16,6% con una mayor prevalencia en mujeres.
Dolor | Agudo | Crónico |
---|---|---|
Síntoma | Enfermedad | |
Intensidad | Proporcional | No proporcional |
Evolución | Transitoria | Permanente/recurrente |
Función biológica | Sí | No |
Se asocia con | Ansiedad | Depresión |
Respuesta al tratamiento | Buena | Regular |
Ver información sobre la nueva clasificación del dolor crónico según la CIE-11 Tipos de dolor atendiendo a la fisiopatología: Dolor nociceptivo El dolor nociceptivo resulta de la actividad en vías neuronales, secundaria a estímulos reales o estímulos que podrían potencialmente dañar el tejido.5 – Somático El dolor somático es aquel cuyo origen es la información nociceptiva procedente de cualquier tejido que constituye la estructura del cuerpo.
- Estos tejidos son: huesos, músculos, articulaciones, ligamentos y tendones de la columna, tronco y extremidades.
- Técnicamente, también incluiría el dolor mediado por el sistema nociceptivo procedente del cráneo, las meninges que recubren el cerebro y la médula ósea y los dientes.
- De forma más explícita, el dolor somático incluye todos los dolores procedentes de estructuras no viscerales del cuerpo.
El dolor procedente del cráneo se incluye como cefalea y el dolor de los dientes, como dolor dental. Por tanto, cuando hablamos de dolor somático nos referimos a todas aquellas estructuras musculoesqueléticas de la pared torácica y abdominal, la columna y las extremidades.
El dolor de origen musculoesquelético es la causa más frecuente de consulta en las Unidades de Dolor.1 – Visceral El dolor visceral es el que proviene de órganos internos como el corazón y grandes vasos, los pulmones y las vías respiratorias, el aparato digestivo, el hígado, vesícula biliar, los órganos urológicos, como riñones y vías excretoras, y el aparato reproductor.
Tradicionalmente, el dolor somático se entiende como una forma de protección del organismo; sin embargo, en el caso del dolor visceral, su contribución a la protección del individuo está menos clara. Algunos órganos internos son insensibles al dolor y, en otras ocasiones, el dolor en vísceras como el hígado aparece cuando existe una lesión muy importante y extensa, que puede comprometer la vida, siendo ya demasiado tarde para adoptar medidas curativas.1 El dolor visceral cumple 5 características clínicas 1 :
- En primer lugar, hay que destacar que no todas las vísceras son capaces de generar dolor; de hecho, el hígado, los riñones, el parénquima pulmonar y la mayoría de las vísceras sólidas no son capaces de generar sensaciones dolorosas.
- No siempre se asocia a estímulos nocivos o agresivos. Por ejemplo, algunos estímulos lesivos, como cortes o quemaduras, pueden no provocar dolor y estímulos no nocivos, como la distensión, pueden resultar dolorosos.
- El dolor visceral se caracteriza por ser difuso y estar mal localizado.
- Se acompaña de dolor referido en otras localizaciones.
- Es capaz de desencadenar respuestas reflejas vegetativas y motoras.
Dolor neuropático El dolor neuropático se define como el dolor que aparece como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial.1 El dolor neuropático es una descripción clínica que requiere la presencia de una enfermedad o lesión demostrable que satisfaga los criterios diagnósticos neurológicos.
- Actividad ectópica.
- Sensibilización periférica.
- Sensibilización central.
- Disminución de la modulación inhibitoria.
- Activación de la microglía.
Dependiendo de la localización de la lesión en el sistema nervioso, hablaremos de dolor neuropático central o periférico.1 Dolor nociplástico El dolor nociplástico es el dolor que surge del procesamiento anormal de las señales de dolor sin ninguna evidencia clara de daño tisular o patología discreta que involucre el sistema somatosensorial.
- Anteriormente se conocía como síndromes de dolor funcional, estas condiciones incluyen estados de dolor como fibromialgia, síndrome del intestino irritable y, posiblemente, el dolor de espalda inespecífico.
- Los mecanismos fisiopatológicos que causan estos trastornos principalmente implican el procesamiento sensorial aumentado y disminución de las vías inhibitorias.
Con pocas excepciones, las intervenciones procedimentales se asocian con peores resultados en individuos con dolor nociplástico que en pacientes con dolor nociceptivo o dolor neuropático.5 Tipos de dolor atendiendo a la etiología: Dolor oncológico El dolor oncológico es un síntoma complejo, que cambia a lo largo del tiempo y que es el resultado final de varios mecanismos de dolor.
- La propia enfermedad por invasión y compresión de estructuras.
- Los tratamientos aplicados para el proceso oncológico: cirugía, quimioterapia y radioterapia.
- Los efectos de la enfermedad, como úlceras y debilidad.
- Otras comorbilidades, muchas veces, relacionadas con la edad.
El dolor oncológico, a su vez, puede ser agudo o crónico. Además de la propia enfermedad, existen otros factores que pueden influir en la percepción del dolor oncológico como 1 :
- El componente emocional, incluida la ansiedad y la depresión.
- El componente cognitivo, que implica la confianza del paciente en su habilidad para manejar el dolor, la catastrofización o la desesperanza.
- El componente social, que incluye el soporte que el paciente recibe por parte de su entorno.
Otro factor a tener en cuenta en el caso del dolor oncológico es la presencia de dolor irruptivo. Se considera como dolor irruptivo un recrudecimiento del dolor superpuesto a un patrón de dolor de base estable en pacientes tratados con opiáceos mayores.
- El dolor irruptivo puede ser secundario a causas reconocibles como caminar o toser, sobre todo, en presencia de metástasis óseas.
- En otras ocasiones puede no estar asociado a ninguna causa siendo por ello incidental y volicional.
- O desencadenado por causas conocidas, pero no voluntarias, por ejemplo toser o respirar (siendo entonces incidental no volicional).
El dolor incidental secundario a alguna actividad puede ser más previsible y, por lo tanto, puede tratarse con alguna antelación, pero habitualmente condiciona una disminución importante en la actividad y calidad de vida del paciente. El dolor irruptivo sin causa reconocible es más imprevisible y, por tanto, más difícil de tratar satisfactoriamente (no incidental).1 Dolor no oncológico También se llama dolor no maligno o benigno e incluye todos aquellos dolores que no son secundarios a un proceso oncológico o a sus tratamientos.1 Tipos de dolor atendiendo al sistema afectado: En función del sistema que se vea afectado podemos encontrar diversos tipos de dolor: el que afecta al sistema nervioso, al sistema respiratorio y cardiovascular, al sistema musculoesquelético, al sistema cutáneo y subcutáneo, al sistema gastrointestinal y al sistema genitourinario.
Los más comunes son los que afectan al sistema nervioso y al sistema musculoesquelético.1 Sistema nervioso Si el sistema nervioso se ve implicado, puede producirse dolor neuropático central o periférico.1 Sistema musculoesquelético El dolor musculoesquelético afecta al esqueleto, articulaciones y a las partes circundantes.
Dentro del dolor musculoesquelético podemos hablar de dolor agudo o crónico en función de su duración, de dolor nociceptivo o mixto en función de la fisiopatología, y de dolor articular, miofascial o tendinoso, en función de la estructura que genere dolor.1 La importancia del dolor musculoesquelético, al margen de que es el que con mayor frecuencia vemos en las unidades del dolor, es el enorme impacto socioeconómico que implica.
De hecho, el dolor musculoesquelético supone una carga económica que se coloca inmediatamente detrás de la carga que supone la enfermedad cardiovascular.1 Tipos de dolor atendiendo a la intensidad: Cuando clasificamos el dolor en función de su intensidad, debemos ser conscientes de que nos basamos en la información aportada por el paciente y que ésta siempre es subjetiva.1 La Escala Visual Analógica (EVA) es la escala más utilizada para medir el dolor.
Se representa, habitualmente, como una línea horizontal de 100 mm con anclajes en ambos extremos que van desde ausencia de dolor hasta el peor dolor imaginable.1 En función de la puntuación obtenida hablaríamos de dolor 1 :
- Leve
- Moderado
- Intenso
Otros tipos de dolor:
- DOLOR DE ESPALDA
- DOLOR REUMATOLÓGICO
- DOLOR ONCOLÓGICO
- DOLOR NEUROPÁTICO
- DOLOR GINECOLÓGICO
- DOLOR ABDOMINAL
- DOLOR POSTOPERATORIO
- CEFALEAS Y MIGRAÑAS
¿Cuántos tipos de dolor hay y cuáles son?
Dolor: MedlinePlus en español Usted esta aquí: https://medlineplus.gov/spanish/pain.html El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor puede ser agudo o sordo.
Puede ser intermitente o ser constante. Puede sentir dolor en algún lugar del cuerpo, como la, el, el o la, O puede sentir dolor generalizado. El dolor puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor, usted podría lastimarse gravemente sin saberlo o no darse cuenta de que tiene un problema médico que requiere tratamiento.
Hay dos tipos de dolor: Agudo y, En general, el dolor agudo aparece de repente, debido a una enfermedad, lesión o inflamación. A menudo puede ser diagnosticado y tratado. Generalmente desaparece, aunque a veces puede convertirse en dolor crónico. El dolor crónico dura mucho tiempo y puede causar problemas graves.
(Enciclopedia Médica) También en
(Fundación Nemours) También en
La información disponible en este sitio no debe utilizarse como sustituto de atención médica o de la asesoría de un profesional médico. Hable con un profesional de la salud si tiene preguntas sobre su salud. Conozca cómo citar esta página : Dolor: MedlinePlus en español
Ver respuesta completa
¿Qué especialista trata el dolor neuropático?
1 Servicio de Neurología 2 Unidad Multidisciplinaria de Dolor Crónico. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Recibido: 25-01-05. Aceptado: 22-02-05. INTRODUCCIÓN Tras la Segunda Guerra Mundial, como respuesta por un lado al hallazgo de que los bloqueos de vías nerviosas con anestésicos locales eran útiles para el tratamiento del dolor, y por otro, a la conciencia creciente de que los pacientes con dolor crónico no recibían un diagnóstico y tratamiento correcto dada su complejidad, surgen en Estados Unidos los primeros programas multidisciplinarios para el estudio y tratamiento del dolor.
Uno de los primeros, bien descrito en la literatura, es el formado por el doctor John J. Bonica en el Hospital General de Tacoma en Washington, que se convirtió en clínica a finales de los años cincuenta (1). A partir de esa fecha las Unidades del Dolor se extendieron primero por Estados Unidos y después por Europa y el resto de los países desarrollados, llegando también a España, donde todavía se siguen creando.
Así la Unidad para el Estudio y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario 12 de Octubre, primera en nuestro país, se creó con carácter multidisciplinar por una disposición de la Dirección General del Insalud el 28 de noviembre de 1981, siendo su primer director el doctor J.L.
- Madrid Arias y, como médico adjunto con dedicación exclusiva, la doctora L.
- Vicente-Fatela, coautora de este artículo, siendo dotada de espacio físico propio, camas de hospitalización y medios técnicos.
- Las Unidades del Dolor nacieron como clínicas multidisciplinares, que debían contar con anestesiólogos (los especialistas mejor preparados para realizar técnicas diagnósticas y terapéuticas intervencionistas, manejar fármacos anestésicos y analgésicos y sus diferentes vías de administración), neurocirujanos (para la realización de técnicas neuroquirúrgicas), neurólogos, rehabilitadores, cirujanos ortopédicos, internistas, psiquiatras y psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, terapeutas sociales y enfermería entrenada.
En situación ideal, este equipo, con dedicación parcial o total al dolor, debería estar en un hospital general con posibilidad de poder realizar interconsultas a otros servicios, disponer de laboratorio y radiología, así como programas de docencia e investigación.
Sin embargo, con la extensión de las unidades, han variado su composición o su función, perdiendo su condición de multidisciplinares (así se encuentran unidades formadas en exclusiva por anestesiólogos, por neurocirujanos, por neurólogos, por rehabilitadores), especializándose en un método de tratamiento (clínicas unimodales dedicadas a bloqueos nerviosos, electroestimulación, acupuntura, ozonoterapia, salud mental, etc.) o en un síndrome específico (centros para dolor lumbar, cefalea, dolor oncológico, lesión medular).
La Sociedad Española del Dolor (2) en su página de acreditaciones, señala que para ser una unidad multidisciplinar para el estudio y tratamiento del dolor (nivel IV) deben estar integradas por al menos dos especialidades médicas en el staff (uno de ellos anestesiólogo o neurocirujano), así como un psicólogo, y debe contar con colaboradores de, al menos, tres especialidades diferentes.
- Dichos colaboradores deben estar nominados y tener una relación estable con los miembros de la unidad del dolor mediante la realización de sesiones interdisciplinares.
- Es en este contexto donde se sitúa la existencia de un neurólogo colaborador.
- El papel inicial de un neurólogo en la unidad del dolor es el diagnóstico del dolor neuropático, la comprensión de sus mecanismos y la planificación de acuerdo con ellos de su tratamiento (3).
El dolor neuropático es el dolor producido por la lesión o disfunción del sistema nervioso nociceptivo; constituye un dolor muy frecuente, que afecta a unos dos millones de españoles (4), de difícil manejo. Pero dicho papel se extiende a prácticamente todos los pacientes con dolor crónico, ya que el dolor neuropático está presente como componente fundamental o secundario en estos pacientes, siendo muchas veces difícil o imposible su separación, e incluso pacientes con otros tipos de dolores (nociceptivo somático o visceral y psicológico) se benefician de la evaluación diagnóstica y terapeútica, dado que también en ellos interviene un sistema nervioso intacto en el primer caso, o con activación exclusiva de su componente afectivo-emocional o del nivel cognitivo en el segundo.
- La Unidad Multidisciplinaria de Dolor Crónico del Hospital “12 de Octubre” estaba compuesta, en el momento de realizar este estudio, por una anestesióloga, una internista y un reumatólogo con dedicación absoluta.
- Junto a ellos trabajaba una rehabilitadora y una psicóloga especializada en este tipo de pacientes.
En este contexto se crea, como colaboración estable, una consulta de apoyo de neurología, especialidad que tradicionalmente no ha participado en la atención de estos pacientes. Describimos la actividad de esta consulta durante seis meses. MATERIAL Y MÉTODOS La consulta de Neurología ocupa uno de los despachos de la Unidad, es desempeñada por un neurólogo con interés en dolor que, un día por semana, valora los pacientes remitidos por la propia unidad, ya sean estos nuevos (como parte de la valoración inicial de pacientes con dolores complejos), sucesivos en la unidad (como parte del seguimiento y de valoración de la respuesta al tratamiento), o los remitidos a esta como segunda opinión.
- El fin de la consulta no es sustituir o corregir al especialista que lleva al paciente, sino contribuir, si es posible, a un mejor diagnóstico o manejo del paciente con dolor crónico complejo.
- El tiempo asignado a cada paciente nuevo oscila entre cuarenta y cinco minutos a una hora, pudiendo ser mayor en casos seleccionados.
Este tiempo es muy superior al que dispone un neurólogo en una consulta ambulatoria del área, lugar donde estos pacientes eran remitidos previamente, que en esta zona oscila entre siete y diez minutos. Una vez valorados los pacientes, de cada uno emite un informe de interconsulta en el que consta una opinión diagnóstica, se aconseja sobre el estudio y el plan de tratamiento, y se decide su seguimiento.
Los pacientes se discuten con el miembro de la unidad remitente o, si son de especial complejidad, con toda la unidad en una sesión semanal. Se analizan las características demográficas (edad, sexo, estado civil, profesión, situación laboral), el servicio de procedencia a la unidad, motivo de consulta y motivo de consulta neurológico, tratamiento previo, intensidad del dolor, tiempo de evolución, diagnóstico, presencia e importancia del dolor neuropático, presencia o ausencia de patología psiquiátrica, laboral o judicial, y si hubo o no tras la consulta, modificación en el diagnóstico etiológico, fisiopatológico, tratamiento, pronóstico y seguimiento.
En los apartados oportunos se hizo una comparación con los pacientes con dolor neuropático atendidos en la consulta de neurología general, actividad que ocupa la mayor parte del trabajo asistencial del primer autor, y con los atendidos en la unidad, datos recopilados pero no publicados previamente.
RESULTADOS Durante los seis meses analizados se valoraron sesenta y dos pacientes nuevos (omitimos del análisis los pacientes que se vieron en esta consulta de modo sucesivo). La edad media fue de 55,5 años, con una moda de 68, ya que raramente se valoran pacientes de edad pediátrica. La edad media es un poco mayor que la general de los pacientes de la unidad, y se aproxima a la de la consulta de neurología de área.
Prácticamente la mitad fueron varones y la otra mujeres (53,2/46,8%). El 80% de los pacientes están casados o viven en pareja, pero un 5% viven solos. El 43% de los pacientes estaban jubilados, lo que corresponde a la moda de edad, coherente con una población anciana, pero hasta un 30% estaban de baja, casi un 10% tenía reconocido algún grado de invalidez y tan sólo un 15% estaban trabajando.
- La mayoría de los pacientes remitidos a esta consulta de Neurología en la unidad del dolor provienen originalmente de Traumatología (25,8%), Neurocirugía (22,6%), Neurología (11,3%), Reumatología (9,7%) y Rehabilitación (8,1%).
- Los pacientes enviados para una segunda opinión desde otra unidad de dolor fueron el 9,7%.
La distribución es similar a la de los pacientes remitidos por cualquier tipo de dolor a la unidad, salvo por una mayor representación de los pacientes enviados por Neurología y para segunda opinión, y una menor de los remitidos por Psiquiatría. El motivo de consulta principal fue el de dolor lumbar y en extremidades inferiores, acorde con el atendido en la unidad.
El motivo de consulta neurológico más importante fue buscar el diagnóstico, etiológico o sobre todo de los mecanismos fisiopatogénicos involucrados en el dolor crónico del paciente, siendo mucho menos importante la demanda de una valoración terapéutica. El resto fue como parte de una valoración inicial multidisciplinar de pacientes complejos y para segundas opiniones.
El diagnóstico neurológico mayoritario fue el de radiculopatía, junto al de dolor nociceptivo somático articular lumbar, acorde con la gran demanda de pacientes, operados o no, con dolor lumbar o lumbociático que recibe la unidad. Tras este diagnóstico destacaba el de síndrome de dolor regional complejo y a continuación están las neuropatías periféricas, las polineuropatías, los dolores medulares, de amputación y psicógeno.
La mayoría de los pacientes recibían ya tratamiento analgésico e incluso un tercio recibía tratamiento para el dolor neuropático (básicamente gabapentina y amitriptilina), referían una intensidad de dolor media-alta y un tiempo de evolución medio de 38,2 meses (moda de 24 meses), siendo por tanto dolores crónicos.
Había problemática psiquiátrica asociada (entendiendo por esta la que requirió consulta psiquiátrica o psicológica) en casi la mitad de los pacientes (43,5%), algo menor que la general de la unidad, y laboral (entendiendo por ella bajas laborales prolongadas o procesos de tribunales laborales) en el 22,6%, explicable por la media de edad, también un poco superior a la de la unidad.
- Obviamente, la mayoría de los pacientes remitidos tenían dolor neuropático, ya fuera como componente fundamental de su dolor crónico o sobre todo de modo asociado, pero sorprendentemente un 17,7% no lo tenían.
- Esta consulta modificó el diagnóstico etiológico en un tercio de los pacientes (32,3%), destacando en esta proporción las segundas opiniones y los síndromes de dolor regional complejos.
Hubo modificación en su diagnóstico fisiopatogénico en un 88,7%. Se aconsejó una modificación del tratamiento como consecuencia del dato anterior en un 56,5% de los pacientes, se modificó el pronóstico o se le explicó con respecto a los nuevos datos al 24,2% de los pacientes y se recomendó una nueva consulta a un 30,6% de los pacientes, si bien el seguimiento siempre depende de la opinión de los otros médicos de la unidad.
- DISCUSIÓN En los últimos años asistimos a un aumento en la demanda de unidades especializadas en el manejo del dolor.
- Hay un triple motivo para ello.
- El primero, presente en nuestra área, es el simple aumento demográfico de la población asistida, originado por la construcción de nuevos barrios, por la importante llegada de población inmigrante (5), por la población desplazada (en general pacientes ancianos que habitaban un medio rural y que vienen a vivir con sus hijos cuando son dependientes) y últimamente por el trasvase de población atendida por seguros privados, trabajadores de grandes empresas, que con la extinción de los mismos pasan a la sanidad pública.
El segundo es el aumento de la esperanza de vida de los españoles que conlleva un mayor número de pacientes ancianos, con enfermedades degenerativas o asociadas a la edad, muchas de las cuales cursan con dolor, lo que junto a un aumento del nivel cultural, hace que exijan una mayor calidad de vida en la cual, uno de los factores limitantes, es el dolor (6).
El tercero es el aumento de la complejidad de los cuadros dolorosos que se atienden; los pacientes que acuden a las unidades del dolor son pacientes con información previa (lo cual no quiere decir que esta sea de calidad), pluripatología, experiencia con fármacos, terapias alternativas y, a menudo, sometidos a diversos procedimientos invasivos o quirúrgicos con importante iatrogenia.
En este contexto de mayor demanda y complejidad es donde las clínicas o centros multidisciplinarios del dolor tienen su papel. De hecho, actualmente las unidades del dolor no se entienden si no son multidisciplinares (7) y así, existen llamamientos firmes de organismos internacionales como la IASP para que se constituyan unidades multidisciplinares en todos los países (8).
- Es en este contexto, como especialista colaborador en una Unidad del Dolor donde surge el papel del neurólogo, en principio involucrado en el manejo del paciente con dolor neuropático crónico.
- El dolor neuropático (aquel causado por una lesión o disfunción del sistema nervioso) es uno de los cuadros álgicos más frecuentes, complejos y rebeldes al tratamiento.
Ello es debido a una doble vertiente: por una parte es un dolor de difícil diagnóstico (en ocasiones no existe una etiología clara descubierta por las pruebas diagnósticas, coexisten otros factores -psiquiátricos, medicolegales, psicosociales- que pueden modificar la expresión de la enfermedad, los diagnósticos pueden no tener un significado etiológico -dolor facial atípico, fibromialgia- o se requiere una perspectiva histórica de la evolución del paciente) (3); y por otra, es un dolor de complicado tratamiento, ya que responde mal a los analgésicos convencionales (antiinflamatorios no esteroideos, opiáceos) y aunque hay tratamientos que palian el problema, no existe tratamiento definitivo establecido (9).
- La causa última de nuestro relativo fracaso en el diagnóstico y terapia del dolor neuropático reside en nuestra falta de conocimientos sobre los mecanismos fisiopatológicos responsables del mismo.
- Y es esta la clave actual para el manejo de estos pacientes, en los que se aconseja modificar el enfoque tradicional del tratamiento, pasando de la etiología y la distribución topográfica a los posibles mecanismos fisiopatogénicos implicados en cada paciente, adaptando las terapias a estos últimos.
En los pacientes con dolor neuropático la relación entre etiologías, mecanismos fisiopatogénicos y síntomas es compleja. Así el dolor que se manifiesta en diversas enfermedades puede deberse a mecanismos comunes. Un mecanismo del dolor no es consecuencia inevitable de una determinada enfermedad, y de hecho, sólo unos pocos pacientes sufrirán dolor neuropático sin que podamos predecir cuáles serán.
- Un mecanismo puede ser responsable de diferentes síntomas.
- Es más, el mismo síntoma en dos pacientes puede ser causado por diferentes mecanismos.
- Finalmente, en un mismo paciente puede actuar más de un mecanismo, y estos pueden cambiar con el tiempo.
- De ahí que sea imposible predecir los mecanismos responsables del dolor basándose sólo en la etiología o en la distribución y naturaleza de los síntomas.
Por ello se aconseja en la literatura actual un cambio de estrategia, consistente en identificar los mecanismos involucrados, que expliquen los síntomas y signos de cada paciente, y hallar así el tratamiento óptimo para cada paciente. El primer paso imprescindible en el tratamiento de cualquier paciente con dolor neuropático es el estudio y disección de los diferentes fenómenos positivos presentes, y su adscripción a mecanismos fisiopatológicos concretos (10).
- Y así, es el neurólogo consultor un especialista que puede ser útil para colaborar en el diagnóstico, para comprender sus mecanismos, y para ayudar a planificar el tratamiento.
- Es con este ánimo como surge la consulta de neurología aquí expuesta.
- Dicha consulta intenta sustituir los tradicionales partes de interconsulta de la Unidad del Dolor al Servicio de Neurología, que acababan recayendo en consultas ambulatorias saturadas, vistos por distintas personas, no siempre interesadas en este campo, en un tiempo escaso, sin contacto directo con los miembros de la Unidad, sin involucrarse con pacientes tan complejos, ni participar del proceso terapéutico de los mismos.
Cuando se analizan los resultados de la consulta de neurología dentro de la Unidad del Dolor llaman la atención varios hechos. La edad media de los pacientes atendidos es un poco mayor que la general de los pacientes de la unidad y se aproxima a los de la consulta de neurología ambulatoria de neurología.
- Este hecho es coherente con el hallazgo de que numerosas enfermedades asociadas a la edad o degenerativas causan dolor, en especial articular y neuropático, y que este es causa de consulta por constituir un motivo de disminución de la calidad de vida.
- En este grupo de población se observa asimismo un gran número de personas, en especial mujeres que viven solas.
De modo lógico, la mayor parte de los pacientes estaban jubilados, pero hasta un 30% estaban de baja y casi un 10% con algún grado de invalidez, hecho observable en el conjunto de pacientes referidos a la unidad. La alta proporción de pacientes con bajas prolongadas o con invalidez muestra la importancia de estas unidades, no sólo para mejorar la calidad de vida de los pacientes sino también los costes sociales y económicos que estas patologías crónicas representan.
La distribución de los servicios de procedencia inicial de los pacientes es similar a la de los pacientes remitidos por cualquier tipo de dolor a la unidad, salvo por una mayor representación de los pacientes enviados por Neurología (como era de esperar para dolores neuropáticos) y para segunda opinión (ya que, como hemos expresado más arriba, el dolor neuropático suele ser de difícil diagnóstico y manejo terapéutico).
El motivo de consulta principal fue el de dolor lumbar y en extremidades inferiores, acorde con el atendido en la unidad. La cefalea, más prevalente en la población general que el dolor lumbar y primera causa de demanda sanitaria en la consulta de Neurología ambulatoria, prácticamente no llega a las Unidades del Dolor, seguramente por estar bien tratada en medicina de familia y neurología y porque no suelen requerir, salvo excepciones, otras terapias diferentes de las farmacológicas.
El motivo de consulta neurológico (expresado libremente por los médicos de la Unidad del Dolor remitentes del paciente) más importante fue buscar el diagnóstico etiológico, o sobre todo de los mecanismos fisiopatogénicos involucrados en el dolor crónico del paciente, siendo mucho menos importante la demanda de una valoración terapéutica.
Esto concuerda con uno de los objetivos iniciales de esta consulta, hacer una adecuada exploración de los fenómenos positivos presentes y su adscripción a mecanismos fisiopatogénicos, para adecuar las opciones terapéuticas al dolor del paciente. Por ello algunos pacientes fueron vistos como parte de una valoración inicial multidisciplinar en dolores complejos, pero llama la atención las numerosas valoraciones para segundas opiniones remitidas desde otros centros.
El diagnóstico neurológico mayoritario fue el de radiculopatía, junto al de dolor nociceptivo somático articular lumbar, acorde con la gran demanda de pacientes, operados o no, con dolor lumbar o lumbociático. Tras este diagnóstico destacaba el de síndrome de dolor regional complejo, diagnóstico este realizado en muchas ocasiones por vez primera en esta unidad, entidad que sospechamos está infradiagnosticada y, por tanto, mal tratada.
La distribución de las causas de consulta (según hemos detallado en los resultados) es representativa de los dolores neuropáticos remitidos a la unidad. Pero cuando comparamos con los pacientes con dolor neuropático que acuden a la consulta de neurología ambulatoria, actividad usual del primer autor del estudio, además de cefaleas (que son bien manejadas en general por atención primaria y neurología, no suelen requerir terapias no farmacológicas y por ello no suelen llegar a las unidades del dolor), lumbociáticas (de menor intensidad de dolor, en general no intervenidas, entidad compartida con otras especialidades) y polineuropatías dolorosas, se observan algunos cuadros que a veces podrían requerir técnicas intervencionistas no disponibles en estas consultas o no realizadas por neurólogos, o que se podrían beneficiar de una valoración multidisciplinar (dolor neuropático central -postictus-, medular, plexopatías, neuralgias postherpéticas) que no llegan a las unidades del dolor, probablemente por la falta de neurólogos con interés en dolor integrados en ellas.
De hecho, como respuesta a esta demanda, se están creando consultas y unidades unidisciplinares de dolor neuropático, en paralelo con las unidades del dolor (11), un modelo distinto al analizado en este artículo, que creemos tiene el inconveniente de perder la valoración multidisciplinar que al final tiene como objetivo aumentar y mejorar las opciones terapéuticas de los pacientes.
Pero es más, cuando se observan los estudios de prevalencia de dolor neuropático en la población, con el gigantesco coste personal y económico que conlleva (12,13), se observa que la mayoría de estos pacientes, más aún si son ancianos (14,15), no alcanzan una atención especializada y se quedan en atención primaria, con lo que potencialmente privamos de tratamiento a un gran porcentaje de población.
- Es obvio, que al igual que está ocurriendo en los Estados Unidos y en otros países desarrollados, la demanda de profesionales y unidades que traten pacientes con dolor neuropático aumentará en nuestro país (16).
- Si analizamos los tratamientos previos, es interesante observar que muchos pacientes, amén de diversas pautas analgésicas, ya han sido tratados con fármacos utilizados preferentemente para el dolor neuropático (básicamente gabapentina, pero también otros antiepilépticos, y amitriptilina, y también otros antidepresivos más modernos), en ocasiones con dosis, pautas o periodos de tiempo incorrectos, sin un claro objetivo fisiopatológico, sin una explicación al paciente de los efectos buscados y esperables, y lo que es peor, abandonados por efectos secundarios o falta de respuesta que no son tales, quemando tratamientos útiles.
La mayor parte de los pacientes tenían dolores crónicos (lo que dificulta el tratamiento), de intensidad suficiente para repercutir en las actividades diarias, y con problemática psiquiátrica, laboral, judicial o de perjuicio asociadas, todo ello similar a las características de los pacientes que recibe la unidad.
- Lógicamente la mayoría de los pacientes vistos tenían dolores neuropáticos, a veces como componente fundamental, pero de modo más frecuente como dolor asociado.
- Sorprendentemente casi un quinto de los pacientes no tenían dolor neuropático.
- Son estos dos últimos datos los que aconsejarían junto a una valoración psicológica, una valoración neurológica inicial en pacientes con dolores crónicos complejos, independientemente de la sospecha de un componente neuropático, aumentando así la cantidad de pacientes con dolor de cualquier tipo que se pueden beneficiar de una valoración neurológica y de la participación del neurólogo en el proceso terapéutico.
Esta consulta modificó el diagnóstico etiológico en un tercio de los pacientes, proporción sorprendente en una Unidad del Dolor, que teóricamente en nuestro medio atiende a pacientes ya bien estudiados en otros servicios. Destacan en esta proporción las segundas opiniones y los síndromes de dolor regional complejos.
Esta última entidad, tan variable y desconcertante, es hoy un reto no sólo diagnóstico sino sobre todo terapéutico a menudo infradiagnosticado y mal tratado (17). Hubo modificación en su diagnóstico fisiopatogénico en casi un 90% de los pacientes. Este dato es, en nuestra opinión, el que justifica una evaluación neurológica de la mayoría de los pacientes con dolor crónico complejo, ya que la tendencia actual frente al dolor de estos pacientes es planificar el tratamiento, como hemos explicado, no por etiologías, sino por los mecanismos fisiopatogénicos presentes en cada paciente.
Esto repercute en un correcto tratamiento y probablemente será la forma de evaluar los diferentes tratamientos sobre el dolor neuropático en los ensayos futuros (10). Como consecuencia del dato anterior se aconsejó una modificación o mejora del tratamiento en más de la mitad de los pacientes, se contribuyó a la explicación del dolor y de los efectos esperables del tratamiento, y se recomendó una nueva consulta a un tercio de los pacientes, si bien el seguimiento depende de la opinión de los otros médicos de la unidad.
Dado que, como hemos hablado, el dolor neuropático es un tipo de dolor crónico ligado a la edad, con prevalencia creciente, de difícil diagnóstico y tratamiento, y por definición no es una enfermedad sino un síntoma neurológico, parece claro, como así mostramos en el artículo, que la presencia de un neurólogo como consultor de una unidad multidisciplinaria del dolor contribuye al diagnóstico etiológico y sobre todo fisiopatológico del dolor, confirma o descarta la presencia de dolor neuropático y el posible mecanismo del mismo, indica tratamientos para dicho componente, participando en el proceso terapéutico del mismo, y por último, puede ayudar a explicar al paciente la naturaleza de su dolor, seguimiento y pronóstico.
Según algunos autores, además podría reducir el número de consultas a otros especialistas, así como el número de pruebas diagnósticas y aumentar las opciones terapéuticas de estos pacientes (3). Como datos inesperados en esta consulta hemos observado cómo muchos dolores neuropáticos no llegan a estas unidades, probablemente por su escaso número y por el desconocimiento de médicos de familia y población de las posibilidades terapéuticas, y que el neurólogo también tiene un papel en la valoración diagnóstica y terapéutica de otros tipos de dolor crónico, incluyendo no sólo los que tienen un componente mixto (neuropático y no neuropático), sino también en dolores nociceptivos (en los que el sistema nervioso está intacto y transmite correctamente un dolor “patológico”) y psicógenos, en los que hay una activación del componente cognitivo o emocional del dolor sin mecanismo nociceptivo o neuropático identificable.
- Presentamos la labor de una consulta de neurología dentro de una unidad multidisciplinar del dolor.
- El neurólogo contribuye al diagnóstico y tratamiento de los pacientes tanto con dolor crónico neuropático, un dolor de importancia creciente y manejo difícil, cuyo tratamiento se debe basar, no tanto en la etiología, sino en los mecanismos fisiopatogénicos involucrados, como con el resto de pacientes con dolor crónico complejo.
Creemos que esta labor dentro de una unidad multidisciplinar, siempre en colaboración y no en competencia con otros médicos especialistas con otra formación, es lo más útil para el correcto tratamiento de estos pacientes y que su generalización, así como una mayor educación de la población, contribuirá a que un mayor número de pacientes que hoy no llegan a estas unidades, puedan beneficiarse de las terapias existentes.
Estudios futuros deben aclarar el papel del neurólogo en nuestro medio en el campo del dolor. CORRESPONDENCIA: Antonio Martínez-Salio Unidad Multidisciplinaria del Dolor Hospital Universitario 12 de Octubre Ctra. de Andalucía, km.5,400 28041 Madrid Telf.: 913 908 000 (ext 8300) e-mail: [email protected] BIBLIOGRAFÍA 1.
Loeser JD. Programas multidisciplinarios contra el dolor. En Bonica Terapéutica del Dolor. Tercera Edición. México: Ed. McGraw-Hill Interamericana, 2003.2. Página web de la Sociedad Española del Dolor. Http:// www. sedolor. es,3. Serra Catafeu J. La importancia del neurólogo en el diagnóstico y tratamiento del dolor neuropático.
Continua Neurológica 2003; 3: 54-7.4. Datos obtenidos de un estudio no publicado presentado en el I Congreso Internacional de Dolor Neuropático. Madrid 5. Martínez-Salio A, Oliet C, Porta-Etessam J, Bermejo-Pareja F. Análisis de la demanda asistencial de la población inmigrante en una consulta de Neurología extrahospitalaria.
Neurología 2003; 18: 425-30.6. Bermejo F, Calandre L, Morales MA, Gutiérrez-Rivas E, Mateos F, Molina JA. Estimación de la demanda neurológica en un área sanitaria de Madrid (área 11, Hospital Universitario 12 de Octubre). Neurología 1999; 15: 444-51.7.
Grupo de Trabajo encargado de elaborar las directrices sobre las características deseables de los servicios de tratamiento del dolor. Rev Soc Esp Dolor 1998; 5: 310-6.8. Janeti J, Liebeskind JC. A call for national initiatives on pain. Pain 1994; 59: 5-6.9. López-Trigo FJ, Ortiz P. ¿Cómo tratar el dolor neuropático?.
Continua Neurológica 2003; 3: 32-45.10. Serra J. Overview of Neuropathic Pain Síndromes. Acta Neurologica Scandinavica 1999; S173: 7-11.11. Carneado J, Morera J, Moltó JM, Matias-Guiu. Frecuencia de consulta por dolor neuropático en neurología. Comunicación Oral.
- LV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología.
- Barcelona 2003.12.
- Bennett GJ.
- Neuropathic pain: new insights.
- New interventions.
- Hospital Practice 1998; 10-15: 95-7.13.
- Editorial.
- The cost of neuropathic pain will reach $ 665 million by 2008.
- WWMR, INC Jan 2000: 1-2.14.
- Gagliese L, Melzack R.
- Chronic pain in elderly people.
Pain 1997; 70: 3-14.15. Martínez-Salio A. Dolor neuropático en el anciano. Actual neurol neurocienc envejc 2004; 2: 229-34.16. Lipchik GL, Milles K, Covington EC. The effects of multidisciplinary pain management treatment on locus of control and pain beliefs in chronic non-terminal pain.
Ver respuesta completa
¿Cuál es el sistema nociceptivo?
Resumen – PEREZ RUIZ, Andrés O ; VENTURA HERNANDEZ, María Isabel y VALVERDE GRANDAL, Orietta, Descripción de las propiedades funcionales del sistema nociceptivo trigeminal en relación con el dolor pulpar, Rev Cubana Estomatol,2015, vol.52, n.3, pp.390-398.
- ISSN 0034-7507.
- El sistema trigeminal nociceptivo es un componente del sistema sensorial somestésico que tiene la capacidad de discriminar cuatro variables básicas de los estímulos que provocan daño tisular, ellas son: cualidad, curso temporal, localización e intensidad.
- Las fibras A delta y C, vinculadas a la nocicepción están presentes en la pulpa dental.
Se utilizan varias clasificaciones del dolor, atendiendo a diversos criterios: calidad de la sensación, velocidad de transmisión por las fibras, en relación con el lugar del cuerpo donde se exprese, y a la ubicación del nociceptor. La evolución de las condiciones pulpares se clasifican como: pulpitis reversible, pulpitis transicional, pulpitis irreversible y pulpa necrótica.
Según su cualidad, el dolor pulpar puede ser punzante o continuo; atendiendo a su aparición, provocado o espontáneo; por su curso, intermitente o continuo; por su localización puede ser limitado a una región, irradiado y referido; y en relación con su intensidad se considera leve, moderado o severo.
La capacidad del sistema sensorial nociceptivo en cuanto a discriminar la modalidad, curso temporal, localización e intensidad del estímulo, permite conocer las diferentes etapas de un proceso inflamatorio pulpar. Palabras clave : dolor pulpar; fibras A delta y fibras C; nocicepción; sistema trigeminal nociceptivo. Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons
Ver respuesta completa
¿Cómo se clasifican los tipos de dolor?
Dolor: MedlinePlus en español Usted esta aquí: https://medlineplus.gov/spanish/pain.html El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor puede ser agudo o sordo.
Puede ser intermitente o ser constante. Puede sentir dolor en algún lugar del cuerpo, como la, el, el o la, O puede sentir dolor generalizado. El dolor puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor, usted podría lastimarse gravemente sin saberlo o no darse cuenta de que tiene un problema médico que requiere tratamiento.
Hay dos tipos de dolor: Agudo y, En general, el dolor agudo aparece de repente, debido a una enfermedad, lesión o inflamación. A menudo puede ser diagnosticado y tratado. Generalmente desaparece, aunque a veces puede convertirse en dolor crónico. El dolor crónico dura mucho tiempo y puede causar problemas graves.
(Enciclopedia Médica) También en
(Fundación Nemours) También en
La información disponible en este sitio no debe utilizarse como sustituto de atención médica o de la asesoría de un profesional médico. Hable con un profesional de la salud si tiene preguntas sobre su salud. Conozca cómo citar esta página : Dolor: MedlinePlus en español
Ver respuesta completa
¿Qué son los nociceptores y cuál es su función?
En la mayor parte de los órganos y sistemas del cuerpo existen un grupo especial de receptores sensoriales a los que se conoce como nociceptores (abreviación del término nocirreceptor). La característica esencial de un nociceptor es su capacidad para diferenciar entre estímulos inocuos y estímulos nocivos.
Ver respuesta completa